Estamos en un gran problema cuando interpretamos los viejos mitos desde nuestras concepciones actuales, porque idealizamos, ideologizámos y proyectamos sobre ellos en lugar de abrirnos al Espíritu, que es quien nos da la revelación de sus varios significados. Es mas algunos creen tener hierofanías cuando es el pensamiento del volador quien les hace creer que han entendido y todo es claríto desde las concepciones actuales. Así Hércules, Prometeo, etc... son interpretados por la masonería, el feminismo, la astrología, etc.. sin tener en cuenta primero que fueron poderosos seres reales y sus hazañas fueron reales, esa es la primera lectura, la de verlos como iniciados de poder a la antigua, seres portentosos, muy diferentes a nosotros. Hércules el nagual, el chachapuma, el héroe con poderes. Luego los griegos encubrieron otros significados en los mitos, la lectura iniciática, la mágica, la alquímica... Pero eso puede revelarlo la humildad, el abrirse a la verdad. Castaneda dijo una gran verdad cuando señalo que cuando se escribía sobre mitos, nuestros contemporáneos añadían su parecer y que ese parecer viene de la mente del volador. Lo mismo sucede en la Biblia, el Bhagavad Gita, las historias son sucesos reales de poder, que solo pueden comprenderse cuando se sintoniza al Espíritu. Luego tienen otras interpretaciones en diferentes niveles de conciencia. Nuestra actual arrogancia llena de juicios y prejuicios es la que da falsas lecturas sobre los mitos, mientras los mitos siguen velándose a si mismos para ser entendidos por aquellos que son dignos de recibir la verdad de los mismos, sin forzar ni añadir nada.
Carl Jung decía que un mito verdadero es aquel que en el mismo mito trae no solo el desarrollo sino también la soluciona a lo que sucede, esa también es otra lectura valida.
Algo similar sucede con los principios femenino y masculino, y lo digo especialmente por los tiempos que corren donde se desea anular la idea de estos principios o buscar volverlos antagónicos o vivírlos como conflicto. El conflicto estará siempre entre estos principios mientras nuestra conciencia sea la inferior. Porque ambos principios son parte de un todo. Algunos dicen que no existe media naranja, sino que cada cual es naranja completa y no se debe buscar la otra mitad. Eso es cierto en cierta forma por dos razones. La primera que si no se esta a la altura de encontrar la otra parte, mejor vivir la vida como un ente en desarrollo sin esperar completarse. La segunda es que la contra-parte no aparece porque la soñemos o simplemente la deseemos, sino cuando el Espíritu decide que los seres polares están a la altura del reto del reencuentro. Porque a esa altura ambos están buscando vuelo por sobre encima de su humanidad inferior. Ambos principios son vastos de por si, y solo pueden unirse cuando cada cual haga lo suyo acorde a su naturaleza y no a través de falsas naturalezas impostadas. Estar al nivel de unir los contrarios es salir de la sombra de los contrarios machismo-Lilith y por demás no cometer ese error de mirar hacia atrás como mito de Orfeo y Eurídice, o en el lado femenino como la mujer de Lot. Si no soltamos el pasado Medusa nos petrifica como la mujer de Lot. Y si miramos hacia atrás por dudar perdemos a Euridice como la perdió Orfeo. Es un trabajo de ambas partes que supera con creces las particulares iniciaciones femeninas o masculinas, para entrar ya en la iniciación de la eternidad o restitución. Un nuevo cielo y nueva tierra, es decir una conciencia unitiva y una vaina nueva por encima de lo dual.
Por otra parte el tema de Lilith como primera mujer de Adan, simplemente es el deseo de la separacion que toma forma como una fantasia fantasmas vuelta viva y que termina generando la separacion del androgino primitivo. Es decir, que Lilith es la sombra de Adán primordial de contemplarse y acompañarse en su contra-parte.
La serpiente en cambio es el deseo de Adán dividido ya por Eva, en tal tiempo los deseos tomaban forma y se genero un ser creado vivo como jeroglífico viviente del deseo, una serpiente con patas, y siendo un animal generado por Adán y no por Elohim, sirvió de montura o jinete (medium) al fluido astral inferior y al susurro de Lucifer.
De ahi que Lilith es considerada madre de sucubos e incubos y novia de Samael, pues tanto Lilith como la serpiente son creaciones psíquicas de Adán que cobraron vida astral, mas no vida espiritual
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