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viernes, 7 de mayo de 2021

Romper la Fijación

 


Cierta vez viajaba en colectivo y este se detuvo en un semáforo. Al mirar por la ventanilla de costado, veo una mujer en la puerta de su casa que miraba al aire y le hablaba. Mi primera impresión fue: "la pobre esta loca". Pero al momento vi, que le estaba hablando a un remolino de viento en el cual giraban las hojas del otoño, entonces gire mas mi cabeza hasta golpear fuerte mi nariz contra el vidrio de la ventanilla y ahí pensé: "o es vidente, o es bruja". Y mientras me agarraba mi nariz dolida por el golpe supe que se trataba de un espíritu al cual le hablaba. Y no se ya si producto del golpe la ultima idea que tuve antes que arranque de nuevo el colectivo fue: "todos los seres somos una expresión de lo divino".
De esto puedo decir que ahí me di cuenta de cuatro distintos niveles de conciencia sucesivos al ver un hecho. El primero la expresión de la sintaxis del consenso "normal" o sea: "esta loca". La segunda rompe con la sintaxis acostumbrada y veo un hecho empíricamente, es decir veo de forma objetiva: "le habla a un remolino de viento". La tercera ya es de orden chamánico: "es bruja, todo lo que se mueve es producto de una voluntad". La cuarta de orden mas místico: "El todo se expresa a través de infinidad de criaturas". Así de hecho vemos como los fractales expresan el todo del universo desde su origen en la primera explosión cuando la fuerza luminosa y la oscura que se movían en el Nun chocaron entre si, generando el Big Bang según la cosmovisión chamánica. Todo son niveles de conciencia emanados por el Verbo, desde los dioses, los ángeles, demonios, rocas, vegetales, seres orgánicos e inorgánicos, espíritu, materia, mundos, nubes, mujer y remolino...



Castaneda y Armando Torres, tienen toda la razón cuando dicen que era necesaria una sintaxis de consenso para poder socializar, pero que eso termino obsesionándonos con la descripción del mundo generando homogeneidad y que esa posición nos es estimulada por entidades que no vemos, impidiendo nuestro desarrollo hacia lo que en verdad somos potencialmente, dejándonos anclados y limitados en este consenso, que termina siendo locura. Esto mismo es lo que Jesucristo define como el mundo: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?" (Mateo 16: 26). Se trata de lograr ser dueños de nuestra atención, romper el encadenamiento, estar atentos y discernir. Papus y Schwaller de Lubicz junto con los místicos nos hablan también del corazón. Se nos dice agregarle el camino con Corazón. Para esto hay que tener un férreo deseo como enseño Louis -Claude de Saint -Martín, no hablamos de un deseo del mundo o del yo, sino Deseo con mayúsculas, es decir, Aspiración a lo superior. Como corolario les dejo la frase de Simone Weil: "Estar en atención, es estar en oración". Esa atención permanente en ver esta realidad y también enfocar en esa meta aquí y ahora, a puro intento y aspiración, tal como la oración del corazón de la iglesia oriental. Así al fin logramos re-ligarnos en el Santo Espíritu. Pues nadie se libera del mundo solo, ni siquiera en Buda, ni liberarnos es el estado de buda que es solo una burbuja.


Es fácil notar las afirmaciones sobre la fijación de nuestro punto de encaje por la educación y la sintaxis cuando vemos la teoría del anti-psiquiatra escoces Ronald Laing en su afirmación de que es el doble discurso de una madre el causante de esquizofrenia. Es decir, la esquizofrenia seria entonces una fijación del punto de encaje, diferente a la fijación normal del consenso social. La locura puede ser causada también por estallido de ansiedad, un trauma, un accidente, un susto, un problema orgánico, auto-compasión... de forma similar a como puede ocurrir la amnesia. Ambas amnesia y locura, serian un movimiento del punto de encaje, como lo es la esquizofrenia, la brujería, el chamanismo y los estados místicos, la videncia, los estados mágicos - gnósticos y el arte (ya hemos ofrecido la postura de Louis Cattiaux de que el origen de arte es mágico). Solo que algunos movimientos del punto de encaje son benéficos para nuestra evolución, mientras que otros son contraproducentes. En mi escrito "Comándos Mágicos", ya he hablado sobre comándos de sugestiones o afirmaciones para aplicar en el subconsciente e inconsciente para poder actuar sobre el cuerpo de energía. Queda entonces ver, que el silencio interno que rompe con la obsesión de nuestra descripción sintáctica y aquello que Castaneda llama intento, como lo que la religión denomina fe, son lo que nos impulsan mas allá del molde, en términos de Herman Hesse, cruzando cierto umbral, nos llevan romper el cascaron del mundo.


Se necesita en principio para salir del mundo coercitivo de los semejantes y de los invisibles alcanzar un mito. Volverse mito. Salir de la sintaxis y lógica de lo común. Para luego volverse fe, y mas que fe. El camino del guerrero no es para quien ame una vida acomodada según su criterio. Ni escude palabras o posturas ideológicas como disfraz de su cobardía. Este es un camino de guerra. Un camino para librarse de lo común. Una senda filosa que solo compartirá con pocos semejantes, (aunque ande en medio de todos). Es el alcanzar otro estado de comprensión. Lucidez sin auto-complacencia, ni contradicciones. Buscar la real libertad. Erguirse para cruzar a pie su propio puente metafórico. Es disciplinado y progresivo y largo andar. Peregrinar. Alcanzar gracia. Toda continuidad es ilusión, pues todo en el universo se esta dando al mismo tiempo. Ayer, hoy y mañana son ahora. Por eso el no alinearse con los que rumian el mundo y lo regurgitan con lo que emana de su yo. Hay que volverse en principio el testigo silencioso. Para luego ser heraldo y bardo de la palabra de Espíritu.


Dice Papus:

"El verdadero esoterismo es la ciencia de las adaptaciones cardíacas. El sentimiento es el único creador en todos los planos, la idea es creadora sólo en el plano mental humano, difícilmente alcanza la naturaleza superior. La oración es el gran misterio y puede, para aquel que percibe la influencia del Cristo, Dios venido en la carne, permitir de recibir las influencias mas elevadas que actúan en el plano divino"


Y seguimos sin sanar nuestros conflictos internos juzgando a los otros desde esa perspectiva. Y esa es la razón de porque tu "suerte", tu "sino", no cambia. Andamos dormidos diciéndole a los demás: ¡despierten! Mientras nosotros roncamos como troncos. Porque solo hablamos de un despertar del yo.
¿Y el alma?

Escudándonos en la vida del yo evitamos por temor ver el estado de nuestra alma y vivimos en un sueño. Pero cuando el alma despierta comienza a crecer y nos trae sensaciones y sentires que la mente no puede comprender, pero el intelecto puede alcanzar alguna vislumbre. Ahí es el conocimiento del trabajo interno lo que nos ayuda y la guía del Espíritu, con mayúscula, quien nos va conduciendo.

Solo al acceder a ese lugar interno donde mora la certeza aun en la incertidumbre se puede buscar aquello que el alma en verdad vive, ama y añora. Ahí mora el verdadero amigo; el coraje y el desafió; la fe y la piedad; la comprensión y el camino. Todo lo demás es un vacío de domingo por la tarde.

Cuando Jesucristo dijo que lo que contamina no es lo que entra por la boca sino lo que sale de ella, se refiere a que se nos confirió el don de la palabra. Esto significa que la palabra puede bendecir o puede maldecir. Significa que nuestra palabra es un poder que expresa lo que tenemos dentro y eso puede ser amor y buena voluntad, o la proyección de nuestra corrupción interior. Porque si nuestro interior es puro el mundo seria puro y mejor que lo que hemos hecho de el. Es nuestra alma la que se inclina por lo bueno o lo malo. Mientras la naturaleza de por si no es mala; basta saber que otras cosas que excretamos tienen su beneficio: nuestra materia fecal es útil como abono, nuestra orina es útil como medicina, pero nuestra voluntad de odio, codicia, avaricia, soberbia... son lo que lo contaminan todo junto con acciones afines. Si esto se corrigiera, nada malo habría afuera: el mundo seria transformado.



En la edad media, la gente trabajaba en conjunto y en alegría. Hoy se nos fuerza a trabajar en conjunto no con nuestros vecinos, sino con desconocidos, bajo exigencias y presiones del mundo moderno, y encima se nos quiere presentar lo moderno y posmoderno como progreso, cuando no es mas que un sistema esclavizante producto de la codicia. A decir verdad, la edad media era mejor que esto. Uno ante circunstancias de este tipo debe aprender dos cosas, que su vida en el mundo ha de ser acecho y que su vida espiritual debe ser profunda. Nadie puede hablar de espíritu si vive inmerso en la materia y confunde una simple depresión con la noche negra del alma. No es licito acatar todo, ni es bueno andar por la vida sin coraje, ni humor, aunque debas juntar tus propios pedazos para cargarlos encima. Un tiempo sin espíritu... es un tiempo muerto



Las paradógicas cuestiones de quienes hablan sobre como alcanzar otra conciencia, sin haber llegado a ella. Cuando alguien habla desde otra conciencia se nota no en lo lindo y superfluo de un mensaje, pues eso es la cascara, el yo, sino que se nota en su trasfondo. La cascara puede gustar o no, y el mensaje de trasfondo cuando es real, generalmente no gusta a quien nada en el mundo de superficie. Conciliar los opuestos, no es unirlos como si se uniera el yin y el yang, eso equivaldría a anulación del movimiento, o sea muerte. La conciliación de los opuestos se logra alcanzando un tercer punto que esta por encima de ellos, y al lograrlo, no se anulan, se alcanza el centro del los pilares opuestos en un nivel superior. Si aplicamos esto a la "política" hoy dividida entre derecha e izquierda, alcanzar superar estas oposiciones especulares, no es volverse políticamente del centro, sino tener una conciencia por encima de esta polaridad antagónica, y poder usar la mano derecha cuando es necesario y la izquierda cuando es necesario, desde la conciencia superior. Ergo estos antagonismos son mera inconsciencia y del peor tipo. Pero tampoco exaltar la conciencia a lo advaita es haber logrado una conciencia superior.


En la alquimia de laboratorio, también se unen los dos principios, al cual muchos llamaron, macho y hembra o rey y reina. Tal unión debe realizarse con las materias en bruto, pero depuradas de su terrestridad mas superflua y seguir la depuración por sublimaciones, soluciones y coagulaciones. Esto puede realizarse por vías secas, húmedas o mixtas. En esta operación se busca lograr el Hyle, el primer caos de la formación, ayudados por el Arqueo o Aeche. El Spiritus Mundi, entonces actúa como manifestador y transformador. Hasta lograr el Mercurio Filosofal, con el cual se realiza la Gran Obra. La materia puede así ser llevada a la perfección igual que nuestra psique. Como se ve se busca lograr esa androginia primordial, que quite los principios de la dualidad.
En los arcanos se ve claramente en el báculo de ambas figuras el símbolo del mundo, un globo con una cruz, simboliza también al antimonio, y a otras sustancias arsenicales saturninas, terrestrificadas. Simboliza un mundo en redención, pues la cruz esta encima y no debajo como en el símbolo de Venus. El globo del báculo también lleva en si, el símbolo de la Sal. El Emperador y la Emperatriz, son las sustancias duales o Macho y Hembra, que se irán depurando a Sumo Sacerdote y la Sacerdotisa. El Tarot es un libro alquímico similar al Mutus Liber. El Águila de los escudos, representa una operación alquímica designada por ese nombre, es la sublimación del mercurio filosófico, o Águilas, que se busca lograr realizar unas 7 veces, para depurar la sal volátil. Operaciones posteriores darán el Mercurio Filosofal.
En algún Tarot, la Emperatriz lleva el símbolo de Venus, y el Emperador el de Marte, alusión a la preparación filosófica de sus vitriolos como parte de las sales. Y también a los dos principios. Basilio Valentín decía que cuando las tinturas de Marte y Venus se unen, su unión es tan intima que ambas se exaltan y su potencia se multiplica, uniéndose tan portentosamente que ya no se puede separarlas mas en una u otra.
Obviamente esto es mas difícil de realizar en el amor que con una tintura metálica.


Jesús vino a la tierra a traer la espada de la Verdad, Jesús es la espada, porque Jesús divide, el separa a su pueblo del pueblo de la bestia y el pueblo de la bestia persigue y desprecia a los que son de Cristo. Pero Cristo ya ha vencido. El demonio fue nuevamente precipitado al mundo, y luego sera precipitado a su pozo y allí encadenado arrastrando ahí a aquellos que lo siguen creyendo que con el serian libres. Por eso Dios el Verdadero Dios ve el corazón de cada cual, ve los tormentos sufridos por cada quien y separa su pueblo del pueblo que eligió perderse, los que buscaban el paraíso animal, los que desearon ganarse el mundo, los que se impusieron por sobre los otros, los que adoraron o siguieron al caído, y al fin tal espada Verdad es también justicia. Hoy día se ve claramente esta división que en poco sera total. A un lado los seguidores de Cristo al otro los partidarios de la bestia.

Dios no hace selección de personal, no busca a los buenos, a los virtuosos, nos busca a todos, a cualquiera, a cada uno le pone una misión, pero nadie queda afuera, no tiene un grupo de selectos, a excepción de quienes lo rechazan, porque respeta la libertad de elegir de cada cual. Y nos recibe con jubilo cuando arrepentidos, volvemos a El.
Todos los milagro de Dios siempre fueron actos de servicio, nunca son alardes de poder. Cristo no fue sonriendo a la cruz, padeció y sufrió en extremo, pero avanzo igual a su destino. Cristo de los pobres, de los dolidos, de los exiliados, de los trabajadores, de los enfermos, de los que padecen, de los perseguidos...
Es necesario amar, perdonar y comprender que aquí solo estamos de paso camino a nuestra verdadera patria celeste y se nos dio una Madre, un arca de salvación la cual sigue llorando por nosotros. Invitemos a Dios en nuestra vida, todo el tiempo y seremos como los muertos que vuelven a vivir. Es el reino de la humildad.

Dice el Evangelio según San Juan:

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2 Este era en el principio con Dios.
3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 Y la luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.



Muchos dicen que la verdadera religión es la bondad. Pero no basta la bondad "humana", se necesita bondad consciente, amor consciente, y esa conciencia es en el Espíritu con mayúsculas. Por eso en nombre del bien se hacen estragos y terribles desastres. Miren quienes oyeron a Cristo lo comprendieron, pero quienes no se transformaron en espíritu por sus palabras, no esperaban un Mesías humilde que se dejo crucificar. En nombre de su comprensión del "bien" y sin ver su sombra e hipocresía, esperaban un mesías rey y poderoso, que impartiera rigor y justicia. Tampoco ahora sin esa conciencia comprenderán a Cristo en su próxima venida, cuando vuelva en gloria y como justo juez. Porque su noción de "bondad" es condicionada e inconsciente a lo que su yo cree que es bondad.




No basta solo bondad...

Hay que crecer hasta el Si Mismo y de Ahí hasta el fondo del Alma donde el alma se une con el fondo de Dios.

Mago Huari






El Arte es Mágico o no Sera:



ORIGEN DEL ARTE:
“El arte es mágico o no es.”
"El origen del arte no es el resultado de una necesidad estética, como generalmente se cree, sino de una necesidad de dominación mágica.
En su origen la propia música, el canto y la danza fueron los soportes del pensamiento mágico que se concilia con el mundo hostil o lo domina.
Así, todas las artes tienen su origen en la primera obligación del hombre encarnado: la de defenderse en los tres planos del mundo creado. Sólo después de acabado el rito se ha podido tomar conciencia de la gratuidad del arte por el juego de formas, sonidos, colores y movimientos, y elevar su magia hasta intentar comulgar, por medio de ella, con la gran alma del mundo a la que los hombres llaman Dios.
Entonces diremos que la magia particular se ha elevado hasta la magia general y que el arte es el conducto que nos comunica con lo Universal.
Cuando eso se produce es arte, cuando no se produce no es nada.
Por lo tanto, la obra de arte es una creación mágica y, al igual que la procreación, exige, para dar existencia al Ser, una carga psíquica producida por el espasmo de amor. Por eso hay tan pocos hombres y tan pocas obras vivas en este mundo, pues la proyección mágica es un acto difícil por encima de todo, como el de la transmisión integral de la vida; y pocos seres son capaces de realizar ese misterio de la transfusión energética del “voltio”.




Los hijos del amor, más vivaces y más hermosos que los demás, son los que han sido engendrados en el entusiasmo y en la pasión amorosa; si consideramos la humanidad media y la generalidad de las obras, tendremos la prueba de que todo lo que se hace en el aburrimiento y la mediocridad engendra la muerte. Sólo los artistas generosamente dotados cargan de manera inconsciente sus obras que, acto seguido y sin explicación razonable, hechizan a ciertos espectadores, más sensibles y receptivos que el común de los hombres.
Así pues, tanto los humanos como las obras de arte que han nacido muertos pululan naturalmente por el mundo, gracias al aliento dado a la debilidad y a la muerte, siempre en aumento desde la caída inicial.
Esas creaciones fantasmales sólo tienen apariencia de vida, sin poseer su esencia, pero, tal como decía el maestro antiguo: “Hay que dejar a los muertos que entierren a sus muertos”, pues lo absurdo de la muerte es lo único capaz de hacer que nos repugne verdaderamente.




La vida sólo se transmite haciendo el amor, sea procreando, obrando o rezando, y allí donde no se hace el amor, sólo hay una caricatura de vida, aburrimiento y muerte.
Las recientes reacciones de sorpresa que han provocado las exposiciones de obras realizadas por niños, ingenuos, primitivos o locos, muestran con suficiente claridad los orígenes misteriosos y mágicos del arte.
Nuestra actitud materialista, que nos lleva a no considerar más que las apariencias del mundo, hace que exageremos hasta el absurdo la angustia del cambio y la renovación de todas las cosas. Y tomamos por un fin lo que, sin duda, sólo es un comienzo.
Esa actitud de los filósofos cartesianos, cegados por la apariencia exterior del mundo, engendra el escepticismo, la desesperación y la disolución de las sociedades modernas que han renegado de su fe antigua que, aparentemente, se ha vuelto demasiado simplista e infantil.





El estudio irracional de las antiguas creencias probablemente nos conduciría a constatar nuestra grosera ignorancia acerca de los problemas que conciernen a la vida y a la muerte.
La orgullosa creencia en nuestra supuesta civilización y en nuestra pseudo-ciencia, nos impide, por desgracia, considerar el misterio de la creación a partir de la simplicidad primera, donde el instinto unido a la intuición reemplazarían brillantemente nuestra rastrera razón razonadora. Pues “sólo el que penetra hasta la raíz conoce todos los frutos del árbol”.

Louis Cattiaux

"Física y metafísica de la pintura"