Este largo enero, tiempo fuera de tiempo, viví el preludio de lo que vendría. Ni hablar de eso. Luego sobrevino lo que esperaba. El virus ahora vuelve a mutar, no se si para bien o mal. A la Schrödinger digamos, (esto no te lo dicen ni los medios de derecha o de izquierda). Depende de nuestras oraciones. Se necesita fe de verdad. Estamos como en un sueño, hay que despertar al ser y que obre con lo Alto, de eso depende el resultado.
Si actuamos bajo elucidación inmadura procedemos con soberbia. Eso nos conduce a un caos personal y a un caos social. Si bien hay un eje oscuro, ese eje no se voltea levantándonos contra todo. Porque es justo lo que buscan los de tal eje. Hay falsas ideas y falsas formas de actuar. Formas infantiles e inconscientes que obran reactivamente conduciéndonos justo a donde la élite desea. Ir de esa forma al error, el sectarismo, la fragmentación es cavar nuestra propia tumba por necios.
podemos vivir un infierno y en el encontrar la verdadera luz. O podemos estar en Luz y querer mas, provocando por ello, nuestra caída por soberbia. Todo es es una lección de equilibrio, encontrar el justo centro integrando y crecer en ello deteniendo nuestra constante búsqueda de definiciones. Sin esto ultimo todo lo que digamos solo son consideraciones mentales ajenas a lo real.
Lo que vi y no solo yo, es que este proceso que estamos viviendo escapa al orden temporal en si. Como dije depende de nosotros y no lo vemos por estar dormidos. Me refiero a algo mas que cuarentena y medicina. Si despertamos solo un poco y volvemos a las andadas, el tigre nos rastrea de nuevo y nos da caza. Sin realizar un verdadero cambio real, lo fenoménico nos vuelve a alcanzar, como fuerza equilibrante.
Es imprescindible ahora comprender la unión, porque la caída económica va generar hordas de gente en todas partes del mundo. Es cuestión de tiempo que salgan a saquear. Hay una contradicción entre morir por virus o por miseria. Antes que eso se produzca se dan indemnizaciones. Pero la pobreza es peor que el virus, porque urge. Son tiempos muy jodidos, estamos por un pelo en el mundo de que millares salgan a romper todo por desesperación. Ni los cartoneros pueden cartonear. El comunismo no sirvió. El capitalismo tampoco, sin justicia social. Hay que prepararse. Por ahora estamos todos encanutados. Pero...hasta cuando lo tolerara mucha gente, incluso cuentapropistas.
No hay vacuna contra ser pobre.
Alex
