Es difícil comprender para algunos, que la voz que hablo hace ya tiempo, sigue hablando aun a través de otros medios. El mensaje sigue siendo el mismo. A veces cuesta seguirlo, cuesta en muchas formas. Pero por otra parte, es la única certeza de todo. A veces erramos, a veces nos embarga el enojo, a veces nos distraemos. Pendemos de un hilo sobre una hoguera. Tal vez, un instante, un relámpago, un chispazo, alumbre la comprensión, señalando que nuestros métodos no son los apropiados, que nuestros fines casi siempre son ilusos y que nuestra voluntad un día debe ceder al rayo de luz de mayor sabiduría.
Con el corazón elevado, y la atención plena en el mundo. La única libertad posible, esta en lo divino, el cual no tiene limites. Pero es nuestro deber traer lo divino al mundo, incluso en este tiempo. Quien busca y persevera, recibe la gracia. Quien solo esta en el mundo solo recibe la Voluntad. El ser humano puede llegar hasta su expresión divina. En ese punto el todo es eterno, e infinito lo contemplado. Quien siente alguna vez dentro de si, la bienaventuranza, un instante de gloria divina, dudara ya de por vida de su intelecto. Pues el intelecto es indirecto, mientras que la intuición viene directa de la conciencia.
Hacer silencio en la mente implica también aplacar el corazón, ya que ahí se oye la voz divina, que a través de nuestra forma de expresarnos nos transmite su sentido. Quien no lo experimenta duda. Mas esto, se da desde el corazón, no en nuestra cabeza. Nuestra mente capta poco de lo dicho y lo traduce como puede a la comprensión. Cada andar cotidiano debe ser un andar a la libertad, un contemplar de la unidad, un peregrinar a lo divino .
Toda "espiritualidad" que no sea morir a la propia voluntad del ego, y "nacer de nuevo", es solo una pantomima risible. Algo muy bien representado en la imagen de Toth como un babuino (el propio yo con todos sus criterios) y la imagen de Toth como un ibis, renacer al Espíritu, (el ave que vuela a la libertad). El babuino que somos debe volverse ave de gran vuelo. Y esto no puede hacerse, sin dejar de ser pinches macacos.
Aceptación, desapego, aspiración, son las verdaderas llaves a la transformación. Sin dolor no atravesamos el umbral a otro estado. Sin ese cruce, no podemos "nacer de nuevo". Es ahí donde uno se entrega. Solo ahí nace el verdadero amor. Aun cruzando cierto umbral, la aspiración, la perseverancia, le ecuanimidad deben ser de por vida. Al fin un día, nos rendimos a la divinidad, y esta entra a morar plenamente en nosotros, manifestando el Ser y creciendo en lo divino.
"Nadie le esta haciendo nada a nadie y mucho menos a un guerrero" dice don Juan. Solo nuestro yo toma como algo personal, lo que el otro hace. Nuestra importancia personal, no ve que el otro hace eso porque su nivel de conciencia tiene un tope, no es en si contra uno, es lo que el otro ilusiona hacer. Nadie es victima en si. A este mundo vinimos a golpearnos. Por ello debemos buscar las respuestas a un nivel mas profundo, en el Espíritu. Todo el tiempo podemos caer en esto:
"Tengo derecho a esto, que necesito, lo reclamo, lo exijo; ¿Por qué no lo consigo?”.
Cuando aceptamos, nos desapegamos, al fin, solo transitamos, entonces ahí, todo va cambiando. Todo lo que recibimos, "bueno" o "malo", es parte de lo que se nos da. Recibiremos aquello que nos hace falta, por mas absurdo que nos parezca.
Entonces te hablo desde una experiencia de trabajo interno, no desde un simple esquema intelectual. En tal punto, al elevarnos tomamos contacto con el mundo de las Ideas. Me refiero a Ideas superiores, tal como lo expresa Platón. Y ahí, tales ideas superiores son verdad en el sentido completo de Verdad. Algo que desciende de la esfera del Ideal. Este ideal, no es el ideal del mundo, del yo, con todas sus fragmentaciones que definimos como "verdades". Ninguna de esas "verdades" soportaría un examen profundo. Mucho aun mas oscuro esto en la "posmodernidad" y "pos-verdad" tratando de convertir en ideal, la mentira, la fragmentacion y la manipulación, con total ausencia de critica y etica, como si mucha gente se hubiera vuelto solo simples vasijas sin aceite, sin ninguna unción ni real criterio en la verdad, lo cual es la no vida del alma. De ahí mas aplicable que nunca la frase: "Que los muertos entierren a sus muertos"
Alex.
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