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lunes, 2 de febrero de 2015

Barro


Como el agua que contiene y como el fuego sostenido y fijo es la divinidad en nuestro interior, pero también ha de ser la aspiración para que se manifieste. Así lo similar en los mundos tiene atracción. 
Mas quien se encierra en la razón solo ve las hojas que en el aire reflejan sus pensamientos, y se enerva si escucha algo ajeno a contemplar su yo.

Nadie ha visto a Dios a pesar de estar viéndolo todos los días con sus propios ojos. Pero hay una extraña ceguera que es la de buscarlo a la propia imagen y semejanza. Todo lo que sobre el afirmamos y hasta negamos es mentira, porque el solo es, y hasta que no seamos vemos solo nuestro propio reflejo.

Sagrado es en si el trabajo que nos libera de la necesidad y absurdo es aquel que nos induce a aumentarlas.
Sociedad que traga a sus hijos en valores que solo se miden al momento de la muerte.

El barro es mas bendito en todo que toda nuestra obra, y quien pueda ver, vera ahí el germen del oro escondido. Aquello despreciado por el mundo es lo que esconde el mayor secreto.
La obra de los Sabios solo consiste en barro y en un poco de calor en ello se afirma que consistir es saber cocer la tierra que tiene el germen de lo superior y actuar acorde a la naturaleza fijando la volátil agua que es la fuente de la vida.
La obra del sabio reintegra la naturaleza, la del loco la atomiza.
Rosée cuit:
Del agua de los cielos y de la arcilla de la tierra en la oscuridad se gesta y al nacer, el sol se asienta en su centro.
Esa es la obra de los Sabios.


Asi como el mistico se reintegra, el Sabio reintegra la materia.

Alex.

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