El único nivel, (si se puede hablar de "niveles" a reconocer), es mantener la atención en el mundo y al mismo tiempo en lo divino.
No existe otro grado.
No existe otra Ley.
No existe otro grado.
No existe otra Ley.
El mundo no es una ilusion, sino el terreno en el cual debemos obrar y es sumergiéndonos en el mundo y transformándonos como volveremos este mundo en el lugar resplandeciente que ha de ser. No opongamos mundo y espíritu, ambas cosas son parte de la misma manifestación divina.
La ilusion del mundo no es el mundo, es nuestro yo, y no podremos obrar en este nuestro jardín para brillar con el si nos sumimos en la filosofía del yo y de la mente que cree en verdades, cuando solo existe una verdad, y esta esta fuera de nuestra mente, en lo desconocido, pues nuestra mente solo habla de lo conocido de lo que conoce, y eso es solo el yo y su reflejo, mas nunca la Verdad.
Para encontrar la verdad hemos de ir mas allá del yo y nuestra mente, y dejar que la Verdad nos penetre y nos transforme desde adentro.
Para encontrar la verdad hemos de ir mas allá del yo y nuestra mente, y dejar que la Verdad nos penetre y nos transforme desde adentro.
Todo proceso verdaderamente mágico, yoguico, gnóstico o hermético, consiste en primer lugar en encontrar al divino guía en nuestro interior, al Sat-Guru, Agathos Daimon, o Santo Ángel Guardián, y ahí el camino se va desarrollando. Pero solo podemos oírlo cuando se corren las costras de nuestro ego. No hay diferencia entre ningún conocimiento iniciatico o interno verdaderos, todos nos conducen al guía interior.
Desde ahí nos largamos a la búsqueda de la verdad, la transformación y el obrar desde lo interno expresando aqui y ahora en el mundo a la divinidad que mora en nuestro interior.
Alex.
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