Los verdaderos
iniciados en una real vía esotérica, sienten verdadero deseo de poder comunicar
y transmitir eso que han vislumbrado. Pero deben callar por prudencia y ser
astutos como serpientes para evitar que carguen contra ellos los ignorantes,
los fanáticos y los despóticos. Ante eso deben callar.
Tal como el
misterio de la esfinge nos lo indica, mostrar sin que se comprenda, expresar
con el silencio con imágenes que hablan por si mismas un lenguaje que solo muy
pocos pueden comprender. De ahí que el primer axioma del iniciado sea CALLAR, y
quien aspire al conocimiento debe QUERER, par aspirar a ser digno de la
recepción de los misterios. Solo de eso modo llega al SABER. Tal como mago debe
OSAR para lograr su propósito. Así se logra ser por pureza de espíritu y
corazón un verdadero caballero, fratres y sopores de un orden superior. Caballeros
que cabalgan el conocimiento, la ciencia que es la tradición y por fonético
recurso Cabala, la ciencia de los caballeros, la Kabalah solar.
El caballero
iniciado, esta entre el mundo y lo espiritual, con su corazón solicito para
tender una mano y su conciencia atenta a lo que debe hacer, así la voluntad de
lo alto se expresa a través de quien la encarna. Pues como un árbol une lo alto
y lo bajo lo sutil y lo denso como un puente y en su acción fecunda al mundo
como un báculo pues lleva el germen de la simiente del sol.
Alex