Desde George Lakhovsky (1870 - 1942) sabemos que el cuerpo humano es un resonador de ondas y puede curarse a traves de resonancia de ondas. Los descubrimientos de Lakhovsky fueron prohibidos porque significaban un riesgo contra la industria farmacológica. Mil veces se ha catalogado a la industria farmacológica como magia negra. Y realmente quien vea que las vacunas transgénicas poseen adn de fetos humanos se dará cuenta hasta que punto llega esta monstruosidad. Y no solo se trata de la incorporación de ADN humano y no humano, sino también de ARN no humano de diseño, tendiente a afectar el funcionamiento humano. Los genes son solenoides de ADN, es decir bobinas, como antenas de radio, que resuenan con el campo magnético terrestre, con nuestro propio campo, con la actividad solar y la de nuestro campo cardíaco y la electricidad libre de nuestra atmósfera, o sea resuena con el corazón, nuestro cuerpo de energía, lla resonancia de la tierra, la de la luna y la del sol. La industria farmacológica, es mas que obvio que no busca nuestra salud, busca ventas, el negocio es no sanar para seguir vendiendo. Pero sepamos que un cambio en la frecuencia de nuestro ADN, ya nos quita de la frecuencia del corazón y por lo tanto de la consciencia y por ende del alma y de tal modo se logran personas mutadas, ya deshumanizadas y esclavas condicionadas sin alma, ademas de crearnos caducidad programada, auto inmunes, muerte súbita y esterilizarnos. Como se vera no repito las tonterías conspiranóicas y he fundamentado lo que digo. Pero si debo mentir a futuro y defender argumentos conspiranóicos para ensuciar al enemigo, no tengo problema porque esto... ya es guerra.
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