La magia es un tema del alma y del espíritu, una libre búsqueda personal. Esta se consigue al dejar de quejarnos y darnos internamente una orden, la orden de que así sea y así es. Ese es el Yod puesto en marcha. El Fiat de nuestro acto creador.
La idea es reforzar comandos positivos en nuestro interior y evadir los negativos. Esto comienza trabajándose como una sugestión, pero luego al implantarse dentro crece volviéndose un comando del Aguila, mientras nosotros seguimos manteniendo un intento inflexible.
La idea de usar sigilos o palabras barbaras de poder, es no usar palabras gastadas por nuestra socializacion. Así, el significado mantiene su poder, su alma interna. Y asi resulta efectiva.
Por eso mi forma personal no es trabajar con rituales, sino con comandos de poder. Encauzándolos hacia que se definan en una meta. Esto esta ligado a que no desgastemos nuestra energía. Debemos retirarnos de todo lo que agote ese poder y pasar frugalmente entre los otros sin quedar enredados en las agotadoras redes de sus comandos sociales...
Cada fuerte intento deja de lado otra cosa. Eso los ritualistas a veces lo convierten en pactos u ofrendas. Pero no se necesitan ni pactos ni ofrendas, sino soltar lo viejo. Como se vera de esto, incluso en magia hay gente recalcitrantemente errada.
Para muchos el mundo de la magia es algo monstruoso. Para los magos es monstruosa la cohesión y la coerción normal de la sociedad.
Recapitular respirando nuestra historia personal y desenredando las torsiones energéticas hasta el momento del polvo en que fuimos concebidos, permite restablecer nuestra totalidad. Así podemos reedificar nuestro cuerpo energético.
Orar como intentantes podría restablecer el equilibrio mundial si hubiera muchos mas intentantes. Pero lo común perdió el acceso a su espíritu e incluso al cuerpo de energía. Han quedado relegados solo a la limitación biológica y a la razón animal. Han perdido toda magia y todo vuelo detrás de sueños mundanos y filosofías inútiles.
Alex.
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