La única muerte digna es aquella que conduce a la gloria. Quien vive la vida del mundo ya esta muerto en vida. Mas quien muere al mundo nace a la vida del Espíritu.
Que extraña forma de dar vuelta la cara frente a lo evidente. Las gallinas se agrupan haciendo ruido creyendo lograr algo. Sin ver que están presas en el gallinero, sin ver que hay quien quien lo ha creado con un fin. En definitiva es un tema personal. De mi parte prefiero el canto de las aves, que el cacareo de las gallinas.
Cuando ya nos riamos de este absurdo personaje, entonces podremos actuar o reposar. Mientras tanto solo hacemos tontas muecas frente a un espejo.
El ser esencial expresa nuestra chispa profunda ¿Pero que expresa nuestro personaje? Aquel que vive la vida del personaje, sabe que muere. Quien vive la vida de su ser, entonces va detrás del fruto del árbol de la vida y come de el.
Al ser divino no le importa lo que seamos en el mundo, sino aquello que encontramos aqui en el barro. A la gente del mundo en cambio, les importa mas su mascara y su lengua.
La eternidad, lo inefable se agita frente a nuestros ojos ¿Quien se permite expresarlo? ¿Quien es capas de encarnarlo?
Nadie oye la voz del espíritu cuando ya ha pactado con el mundo. Tal es la fuerza de la coerción social. Al final o el mundo te devora, o juntas fuerzas y te opones a el encontrando el camino. Quien rechaza el canto de las sirenas, es guiado por otra melodía.
Alex.
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