Iniciaciones:

"Es imposible darle a un hombre 'algo' que pudiera volverse su propiedad inalienable sin trabajo de su parte. Tal iniciación no puede existir, pero desafortunadamente, la gente a menudo lo cree. Sólo existe "autoiniciación". Uno puede mostrar y dirigir, pero no 'iniciar'.”

G.I.Gurdjieff.

"Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios."
Marcos 10; 25

El hombre es doble. Por una lado, es interior y espiritual y, por la otra, es exterior y corporal. Pero solo pocos logran hacer su interior real, ya que se han entregado a lo externo por completo incluso hasta en sus "ideas" e "interpretaciones" y aquello que es externo no tiene nada en lo interno tan solo recuerdos recurrentes. Esto es fundamental para comprenderlo ante la muerte, ya que si luego de la muerte somos solo recuerdos recurrentes, entonces no seremos nada.

Se puede alegar que nos imparten iniciaciones y recibimos una "baraka", pero esa "baraka" pertenece al mundo, no al Espiritu, y esto va para masones, pentecostales, guenonianos, carismaticos, templarios y toda otra forma externa que cree que lo del Cesar les da iniciaciones.
La real iniciacion es un proceso interno y personal de verdadero trabajo tal cual lo señalan Gurdjieff, Aurobimdo, y todos los verdaderamente grandes.

Se puede aludir a que Cristo envió su espíritu como lenguas de fuego en pentecostes a sus apóstoles. Pero su envío fue único, por única vez hacia el mundo para que su obra se esparciera y para recibirlo habría que estar a la altura de esos Apóstoles que descendieron con el desde otro lugar a este mundo y que irradiaron eso que fue desgastado por los hombres externos. Una rueda de doce radios a imagen de cada casa celeste, reflejando el cielo en la tierra. Era la expresión de su hacer sobre el mundo y nunca una iniciación.
La iniciación impuesta desde afuera solo pertenece al Cesar, al genio de este mundo, a su causa de lo denso y el poder de lo inferior, y queda aqui en la muerte.

La mayoría de los grupos iniciaticos: masones, templarios, ordenes iniciaticas, pentecostales, carismáticos y otras yerbas, son los trabajadores del Cesar, que imponen su política, su amor por Mamon, y una fe pseudoesoterica, piramidal y tendiente al logro de un imperio vertical donde la bestia esta a la cabeza de modo invisible dirigiendo y observando. Sus herramientas son la de edificar el imperio natural y de la razón, del dinero y del poder, nunca el del espíritu, por eso suplantaron al ojo divino por el ojo de la bestia de Sion. Son expresión del orden del hombre natural y sus centros inferiores, ninguno esta en centros superiores bajo el gobierno del espíritu.

Cristo enseño la Communio, donde su cuerpo y su sangre nos unirían trayendo su reino bajo un modelo de espíritu y unión. Fue suplantada por el imperio y el cesar, su modelo piramidal y su Cristo Rey gobernando como un emperador hierático. Cuando el modelo real de Cristo es que el gobierne dentro nuestro desde la conciencia real. 
Así el poder de este mundo en base a su gobierno de oscuridad nos propone desde sus centros inferiores y humanos externos el imperio del Cesar y el gobierno de los fariseos, justificando su bestial imposición en nombre del bien, de un dios, de una clase, del dinero y el capital y el poder de poderosos.
Pero ese no es Dios que busca habitar en nuestro interior, sino el demonio que gobierna las mentes y a este mundo de ausencia de conciencia y lleno de pretextos y farisaicas reglas de clase.
Tal suplantación, es la fe, la filosofía y el poder del Anticristo.

Ahí no hay gobierno del Yo Superior ni del ser psíquico en el corazón, sino de la bestia a través de la razón y las razones limitadas de la mente inferior, el despotismo, el egoísmo, la hipocresía, la mentira, la ambición pero disfrazadas de bien, de buenas personas...disfraz de los muchos donde los muchos se identifican.

Ese ojo no es precisamente el de Lucifer como tanto se insiste entre las teorías conspirativas y aún cuando las mismas logias lo afirmen. Ese ojo representa al amo de la Matrix.

Alex.