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sábado, 17 de enero de 2015

Entramado


Entre la vieja enseñanza hindú Shiva y Vishnu representaban dos aspectos.
Somos seres bípedos orgánicos inteligentes hechos a imagen del Arquetipo que nos plasma, el Adam Kadmon.


Y sin embargo somos burbujas de energía un tanto alargadas en esta época casi como lapidas que graciosamente se deslizan sobre el suelo entre levitando y arrastrando una coda.
Somos capullos llenos de filamentos conscientes luminosos que se extienden desde nuestra burbuja en un haz hacia el infinito, como una hebra trenzada en luz que atraviesa un foco, el Atman, el Aumakua, desde donde emana nuestra alma como una sonda que explora estos mundos.


La voluntad que todo lo rige es llamada Aguila, el punto demiurgico que todo organiza y como demiurgo le corresponde el nombre de Dios, aunque a muchos no le agrade tal definición. Este Dios organiza, preserva integra.



La serpiente es un aspecto contrario que sirve a la entropia la muerte.
Ambas son las expresiones de la dualidad. Vishnu y Shiva, emanadas de la corriente de una fuerza superior donde no hay dualidad y que se denomina Brahma del cual emana su forma encarnada emanada que los gnósticos denominan Abraxas. Donde tanto el Aguila como la Serpiente son parte de una unidad.


Mas allá de ello, cero, el Ain Soph, el Espíritu como una nada.
Como burbujas de energía podemos elegir iluminarnos encendiendo las fibras luminosas o encarnar oscuramente a la serpiente. Hay la posibilidad de solo ser tragados por el abismo sin lograr lo uno o lo otro y volvernos entonces desecho.


El Augoeides, el cuerpo luminoso puede encenderse previa recepción de la emanación en la iniciación del Santo Ángel Guardián nuestro guía, o aliado, hacia la totalidad de nosotros mismos volviéndonos la estrella brillante de nuestro firmamento cuando Hércules, el iniciado libera a Prometeo encadenado. 


Logrando así alcanzar la morada de los dioses, el firmamento interno que es la morada definitiva del Hombre.
El Atman, Kia o Monada, es el Espíritu, y este a pesar de saberlo todo y tener el pleno poder, carece de forma y de discernimiento, por eso emite el alma en sus formas en las cuales esta se reviste, para poder tener experiencia directa a través de la vida en este mundo.

La ciencia del iniciado nos dice que el dragón expulsado de lo alto, no tomo forma entre las criaturas en su caída, solo la metafísica forma de dragón y en ese sutil estado tomo morada en el sutil cuerpo de los hombres, así la humanidad se volvió su guarida.
Como dijo también Jung: el hombre es una puerta donde ingresan dioses, demonios y almas.


Alex.


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