En una época como la nuestra, figuras sin forma, de cuerpos sin espíritu, de apariencias o imágenes sin esencia.
La edad sombría es tan siniestra.
El orden mundial ya supera lo político y económico para volverse pura técnica.
La monstruosa mecanicidad que ignora la humanidad.
Ausencia de ética y moral, nihilico desquicio en un individualismo narcisista que cae en el colmo del total egoísmo.
Precisamente el 'dato' tradicional del que Hesíodo se hace eco básicamente apunta a describir de manera cabal la condición del tiempo en el final de todo ciclo humano, esto es, su creciente aceleración.
Porque en aquellos días habrá una angustia como no hubo otra igual desde el principio de la creación hasta los días presentes, ni la habrá en el futuro. Tanto que si el Señor no acortara esos días, nadie se salvaría. Pero Él ha decidido acortar esos días en consideración a sus elegidos.
Marcos, 13, 19-20.
A todo fin sigue un comienzo, toda muerte es preludio de un nuevo nacimiento. Los estados del ser son múltiples, indefinidos. El paso de la oruga a mariposa ejemplifica bastante bien el paso de un estado a otro del ser.
La humanidad, esta humanidad, tiene un cuerpo que en la actualidad está enfermo y a las enfermedades que padece bien puede dárseles el nombre de aquellas que aquejan a los individuos, como por ejemplo cáncer.
Ese final, que no es tal sino en el sentido literal, conviene tenerlo presente ¿Como será? y ¿cómo será la segunda venida de Cristo en términos de la Tradición cristiana o del Kalki avatar según la Tradición hindú?
"Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación"
Los escasos supervivientes, al final de la Edad de Kali se hallarán en lamentable estado. En su desesperación, comenzaran a reflexionar. Entonces repentinamente, aparecerá la nueva Edad de Oro. Los supervivientes de las cuatro castas serán la simiente de una humanidad nueva.
Sabemos que tras otros cataclismos el Conocimiento, la Tradición, se ha conservado; se dice, por ejemplo, que durante el Diluvio se buriló en dos columnas; una fue descifrada, posteriormente, por Hermes.
YUGAS:
Nos dice la tradición nórdica normanda:
Vendrá aquel invierno que se llama el Terrible Invierno. Nevará desde todos los rumbos. Grande será la escarcha y fuertes los vientos, no habrá virtud alguna en el sol. Tres inviernos se sucederán y no habrá estío entre ellos. Antes habrá otros tres inviernos y en toda la tierra habrá grandes batallas. En aquel tiempo el hermano, movido por la codicia, dará muerte al hermano y los nombres de padre y de hijo se olvidarán en la matanza
Edda Menor.
La cuestión de los ciclos cósmicos en la humanidad esta ligada a las glaciaciones, algo que puede verse claramente en el ultimo ciclo atlante, donde la desglaciacion inundo esta vieja cultura.
Cada yuga se sucede según la proporción de los números 4-3-2-1, es decir de mayor a menor, que es la misma de la tetraktys pitagórica: 1-2-3-4 (cuya suma da 10), pero en sentido inverso.
El krita-yuga, cuya duración se estima en 25.920 años, lo cual supone un ciclo completo de la precesión de los equinoccios (12 x 2.160).
La segunda edad, el trêtâ-yuga, representada por el número 3, implica un acortamiento de esa duración,13 pues la precesión ha sido recorrida en sus tres cuartas partes, lo que traducido en años da 19.440 (= 9 x 2.160).
La tercera edad, el dwâpara-yuga, representada por el número 2, es exactamente la mitad de la precesión de los equinoccios, es decir de 12.960 años (= 6 x 2.160).
Y por último, la duración de la cuarta edad, el kali-yuga, equivalente al número 1, es tan sólo de 1/4 de la precesión, esto es de 6.480 años (= 3 x 2.160). La suma de todas esas duraciones da la edad completa del Manvántara: 64.800.
El Linga Purâna dice que lo que quede de las cuatro castas será la simiente de una humanidad nueva. Una humanidad nueva, una tierra nueva y un cielo nuevo, la Jerusalén celeste que descenderá del cielo a la tierra, se dice en el Apocalipsis, como una novia engalanada para su esposo.
La Jerusalén celeste está constituida por todos aquellos que dos veces nacidos, es decir los iniciados de diferente tiempo y lugar, que cristalizan, los que están en camino de retorno al Ser.
Para realizar el retorno es necesario salir del tiempo, que este sea no-tiempo, o mejor sería decir en no-continuidad del tiempo, las cosas, la vida tiene otro sentido.
Renunciar al tiempo le supone al hombre renunciar a sus recuerdos, posesiones, intereses, deseos, miedos, ambiciones, rencores, culpas, tiene que renunciar a todo aquello que le ayuda a mantener su individualidad, lo que es lo mismo que decir que tiene que morir a sí mismo.
La Edad de Oro la que se instaura al finalizar la Edad de Hierro.
Alex
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