¿Cuanto hemos de perdurar nuestro tormento vida tras vida, los seres que conocemos y nos acompañan en la espiral de nuestro viaje, las almas que viajan con nosotros en esta espiral del tiempo y en el abismo de la materia?
Ya es el tiempo Ω de nuestra era, a las puertas de un nuevo A (alfa) comienzo, estamos en la encrucijada del fin hacia el principio, el tiempo donde las realidades se cruzan, donde se define nuestra elección
¿de que lado estas?
La fría elección del anticristo filosófico, del volador de mentes poseídas, donde se te dice: "deben morir muchos para que prevalezcan otros"
Y con ellos, los perros de la guerra, los homicidas, los torturadores, los tiranos, los vanos racionales que temen tanto a su corazón, lo temen hasta despreciarlo, cuando su corazón es lo que los vuelve en verdad humanos y los distingue de ser un burdo animal racional.
Nacer por dentro, nacer gestados interiormente en el humano animal, y auto-parirse para ser renacidos.
Para ver en los ojos del recién nacido, de la mujer, la centella del fuego de las almas que vuelves a ver una y otra ves y las recuerdas sintiendo que ya las conoces, pues te acompañan en la espiral de tu sumersión en estos mundos.
Ya es la hora, es la hora de brillar es la hora de que nuestras almas irradien como un sol, es hora de ver a los ojos y ver las almas brillar, ya es hora del cambio abrupto, luz, en ti, luz en todos, fuego que no debemos dejar apagar, fuego sagrado que debe mantenerse encendido en nuestro sanctum y entre nosotros, es hora de libertad, del fuego de la libertad, es hora de dejar que este fuego se extienda entre una mayoría, y la humanidad sea fuego y arda en luz, esa luz del alma.
Alex.
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