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jueves, 20 de septiembre de 2012

SER Y HACER


Cuando buscamos en profundidad suceden cosas muy interesantes, siempre y cuando no estemos sujetos e identificados con lo externo, con el mundo de superficie.


Es por eso que cuando intentamos hablar desde un lugar mas profundo se hace complejo comunicarse y aparecen las metáforas, los símbolos.

Nuestro viaje al mundo de profundidad, no ha de ser igual que en los místicos un abandono de nuestra responsabilidad hacia el mundo o la sociedad, pues el quietismo, no hace mas que situarnos en una posición cómoda. Si bien es cierto que las idas y venidas sociales son un movimiento pendular mecánico de fuerzas externas, no lo es aquello que podamos aportar desde la conciencia. Y sembrar conciencia es un deber de cualquiera que haya puesto sus pies en el camino, resulte en algo o no.

La visión siempre fue sembrar lo nuevo, tanto en la tierra interna, como en lo externo.
Interno y externo son parte de un todo. Una imagen única, un reflejo de una totalidad.

La mayoría de los buscadores y los practicantes quedan atrapados en consideraciones intelectuales y externas.
Viven mas en la vida de la mente y los esquemas que en la fluides del hecho de ser.

Pues se debe hacer un agujero en la jaula mental, para que el nuestra entidad escape.
Solo escapando a eso puede fluir y fluyendo, siendo, con la fuerza libre y potente del torrente de Ser.

Aun así, no basta solo con fluir y Ser, sino que a su ves se debe usar el intelecto y la voluntad de un modo que ejerza reales efectos, se debe aprender a crear, a hacer,
y hacer, no es lo que acostumbramos, no es estar moviéndose o no moviéndose.
Poder hacer, es hacer no teniendo rutinas y encauzando la voluntad desde el lado profundo con objetividad en la tarea que se emprende a conciencia.

Por eso, Ser y Hacer, deben ir de la mano, son como dos caras de una totalidad, dos hemisferios de una esfera. Uno sin el otro es estar trunco.

Cuando emprendemos el hecho de hacer, hay una ley simple, esta es:

"Hacer todo aquello que nos conduzca a nuestro objetivo y dejar de hacer todo aquello que nos disperse"

Esto no significa que no nos tomemos tiempo para descansar o distraernos.
Descansar distraernos es cuidar nuestra maquina física y mental.

Obsesionarnos es contraproducente para cualquier logro, y es signo de debilidad de carácter y de estar parasitados.

Pero si empleamos nuestro recurso interno por amor bajo voluntad, a conciencia, nuestros objetivos serán alcanzados.

ORA EL LABORA.

Alex

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