II
1 La praxis comienza cuando puede lograrse silenciar la mente. Se debe procurar detener o interrumpir todo discurso interno, para así poder ganar más espacios de silencio. Estos espacios son momentos cruciales para descubrir nuestra verdadera naturaleza.
2 Entre cada pensamiento hay también espacios de silencio entre uno y otro. Estos silencios entre pensamiento y pensamiento constituyen nuestra verdadera naturaleza mental. Ella se manifiesta en el estar plenamente en el presente, y centrarse en ese presente, fluyendo de la misma forma como fluye un río. De esta manera el yo queda desplazado por nuestro verdadero ser.
3 Centrados en este espacio de silencio, el yo es controlado por la inteligencia del corazón. La cual surge y nos impide actuar tal como lo veníamos haciendo anteriormente, es decir de manera egoísta, caprichosa, temerosa, compulsiva, agresiva, posesiva, celosa, envidiosa, ociosa, fantasiosa, dispersa. Encontrando un nuevo comportamiento: el de no reaccionar según habíamos aprendido, sino de una nueva manera, superior en inteligencia y creatividad que nos lleva constantemente a la acción sin esperar recompensas o reconocimiento. El gozo de la acción pura, por si misma. La conciencia se vuelve despierta despejándose de capas y capas del ego que la mantenían prisionera.
4 Al que actúa de esta manera no le importa el ganar o perder sino mas bien el actuar de la forma mas inteligente y fluida, eliminando todo preconcepto, todo prejuicio propio o ajeno y ver la realidad tal cual como es, trabajando con el material que la vida le ofrece día a día.
Escapa de la ilusión, de la mentira de la autojustificación, del engaño de si, de la lastima de si mismo para convertirse en alguien real en el cual sus acciones no están hechas para quedar bien con otros o con sus propias necesidades sino con el fluir de su verdadero ser siendo ese verdadero ser también su camino.
5 El aspirante se vuelve mas objetivo pues no juzga nada, ni tiene medida o ley con la que desee juzgar. De esa forma va alcanzando el susurro de Sophia y una nueva y autentica comprensión. Lo ve todo sin prejuicios, contempla la realidad desde su silencio interno y esta atento a todo, su comprensión se acrecienta y se encamina por la vía progresiva que lo conduce hacia una conciencia real a alcanzar la supra conciencia, a lograr la iluminación.
6 Esa iluminación también llamada cielo se va realizando a través del manejo de la atención llevándola desde la observación sin prejuicios de lo real hasta la observación de la escoria interna, para luego de reconocerla y despojarse del caos interior llevarla a un nivel lo suficientemente profundo donde reina el silencio, la armonía, la belleza, el amor, la inteligencia y el verdadero poder.
7 Así es aspirante no debe perder su criterio pero a su vez debe eliminar todo juicio o prejuicio. Debe reconocer que todo juicio es limitante. Sea que se ejerza este sobre si mismo, sobre otro, sobre alguna situación o alguna cosa. Si se emite un juicio entonces se impide que aquello que tiene múltiple posibilidades se manifieste por haberlo limitado.
8 Sin juicios todo es poder en estado latente todo es potencial, todo posibilidad, todo puede ser.
Pero al emitir un juicio limitamos todo el potencial concentrado en un simple pensamiento arbitrario sin haber conocido todas las razones y la sucesión de acontecimientos que hayan conducido a la situación que juzgamos y dado que el pensamiento es dual, al emitir un juicio polarizamos, por lo tanto hay dispersión de todo el posible potencial.
9 Emitir juicios, juzgar impide que la conciencia vea múltiples alternativas, posibilidades. Juzgar da una imagen limitada de la cosa juzgada y de nosotros mismos, es decir una imagen mediocre. Si evitamos juzgar en cualquier situación entonces conservamos todo el potencial que luego vamos a aplicar en lo que sea, porque ese potencial es poder, y este poder es poder mágico.
Al evitar todo juicio y toda mediocridad, dejamos de fantasear, es decir de derrochar energía divagando.
10 La fantasía y toda su fantasmata son causa de perdida de fuerza, energía y producen la exaltación del yo vulgar y terreno, creyéndose este capaz de lograr todas sus fantasías emprende un camino insaciable donde nada termina conformándolo, llevándolo así a la frustración, al agotamiento y a sumergirlo en un sueño profundo del cual cada vez mas le costara despertar.
11 La imaginación en cambio es creadora y fijadora de todo aquello que imagina pues las imágenes pueden llegar a concretarse. Aquí radica todo el secreto de la magia que es el arte y ciencia de las imágenes y de la aspiración.
La imaginación es puesta en marcha por el deseo, la aspiración y la voluntad sostenida con la energía da una intención inquebrantable.
12 Para ello es necesario detener los pensamientos el flujo discursivo y en el silencio contemplar la imagen con una respiración determinada y sentir como las fuerzas de nuestras potencias interiores sostienen nuestro deseo con la mirada y con la fuerza del abdomen emitiendo una energía hacia la imagen y hacia el exterior. Nuestro deseo montara sobre los hilos luminosos que se encuentran por todos lados semejantes a telas de arañas y a través de esta red será comunicado a nuestro objetivo.
13 Existe un fluido proveniente del alma y el espíritu del mundo que se encuentra a disposición de todas las personas y seres vivientes. Es una fuerza astral, vital que obedece a la voluntad, al deseo, al sentir y a la imaginación del mago. Este fluido se carga de la intención y es el medio por el cual se transmite la voluntad y el deseo hacia el objetivo.
14 Este fluido inter penetra y afecta toda la cosa se fija en ellas las cargas de vida, las vivifica. El mago lo usa para proyectar su voluntad sobre la naturaleza, sobre los espíritus, sobre otras personas, o bien como soporte para su elevación sobre el monte que lo conecta con las fuerzas superiores para lograr alcanzar así la iluminación.
15 La luz del sol influye sobre este fluido, de igual manera que lo hace la luna. Si el mago trabaja absorbiendo esta fuerza desde el amanecer lograra poder y sabiduría, si lo absorbe por la tarde recibirá energía. El mediodía y la medianoche son los picos de esta energía.
16 Por eso lo primero que el mago debe lograr es la absorción y el poder de atracción. Ambos se trabajan mediante la respiración y la imagen. La atracción para lograr aquello que desea que le llegue la absorción para cargarse de fuerza poder y energía. Para ello busca un lugar iluminado bien al sol y ahí comienza a respirar el fluido sintiendo que entra en su interior por la nariz y por toda la piel fijándose en el interior del cuerpo al exhalar.
17 Este fluido puede acumularse y compactarse; otorga salud, fuerza y liviandad a aquellos que trabajan en su absorción. Luego de un tiempo prolongado, este fluido despierta el fuego latente en el interior. Parte de este fuego acrecienta la conciencia y otra parte se vuelve acción y poder mágico. Así acrecienta el amor concentra el deseo, refuerza la voluntad y activa la acción cargándola de poder.
18 Lo que algunos llaman suerte no es mas que la acumulación de ese poder. El mago debe aprender a limitar sus deseos y los vaivenes de su mente porque estos descargan estas fuerzas. En cambio si logra controlar, limitar y ser selectivo con sus deseos como también dominar su mente creciendo en voluntad, entonces esta fuerza se concentra de tal manera que puede ser aplicada a cualquier cosa. No existen límites para la voluntad cargada de este poder. Los únicos límites son creados por los propios prejuicios. Por lo tanto todo es posible y factible si se persevera en la intención.
19 El mago una vez limitados sus pensamientos, se concentra en el creer, adquiere seguridad y confianza. Cree en lograr sus metas, así toda duda se disipa y va entrando en el estado de Metacrisis en el cual todo es certeza, acción y logros. De esta manera afina tanto el poder de su atención que logra dominio sobre si mismo y sobre la atención ajena. La mirada, las palabras los gestos se expresan con poder.
20 Cuando el mago aprende a fijar su atención su vista se asemeja a la de una serpiente en su fijeza. Así alcanza un gran estado de seguridad silenciosa, acción silenciosa, rápida y contundente. Aunque haya cultivado la seguridad tampoco esta desatento a su realidad, sabe que toda persona es vulnerable, que nadie es infalible. Por eso su seguridad es grande, pero su conciencia afinada lo es mucho más. Siempre esta atento, sus sentidos están alertas y su mente capta. De esa manera ve lo que pasa a su alrededor y nota las señales de la naturaleza, del espíritu. Así sabe como actuar, hacia donde dirigirse.
21 El máximo secreto del mago es que su poder se expresa por su mirada, no es que emane de su mirada, emana de todo el. Se distingue al mago de un aprendiz en que si bien ambos pueden sostener la mirada en un punto bastante tiempo, el segundo tiene la mirada apagada y magnética mientras que el primero emite un brillo que corta los velos invisibles. Ese es el efecto de haber cultivado el fuego interno de tenerlo en la conciencia y de expresarlo.
22 El mago que ha llegado a este punto ya va abandonando los ritos. Su mirada, su presencia y sus gestos bastan para lograr los efectos necesarios. Todos los símbolos y potencias se han incorporado en su interior; domina los elementos, las fuerzas astrales, los espíritus de luz y de oscuridad como a todo ser por debajo de lo divino.
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