Extasiado como un derviche giro ante tu belleza
Bendita dama de los vientos y las noches,
hermoso rostro de mi cielo.
Luminosa cual ninguna tu eres.
Mi nodriza, mi luz en la oscuridad.
Ahi, simple y sin rimel, desnuda
con encanto de eternidad
acompañas la corta vida de este suspiro
fiel niña de entrega perpetua.
Des de ti lo que no tienes
te escondes y juegas en tu soneto de ninfa
y de dama sola y madre y virgen.
Sigue ahí doncella de los días.
Nada nuble tu encanto y tu gentil dar
Honrada seas porque estas y estarás
desde el vientre de mi madre
hasta mi descanso en el barro.
Alex
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