Es común en estos tiempos que se hable de ángeles se han puesto un tanto de moda.
Sin embargo su existencia se conoce desde tiempos inmemoriales, dejándose registro de ellos en Caldea, entre los Persas, entre los Mandeos y los Hebreos; los Sabeos, desde el Hinduismo al Islam y muchas tradiciones.
Criaturas provenientes del mundo espiritual tan poco comprendidas incluso por la magia moderna
que inspiran a través de la imaginación una revelación intuitiva tocando suavemente nuestro cuerpo espiritual permitiendo lograr ciertos estados de gnosis.
Entre estas expresiones de lo angélico muchas de ellas llegan a manifestarse en nuestro mundo de forma visible, audible y táctil.
Me encontraba un mal día que por problemas personales caminaba por la calle en deplorable estado de animo cuando un joven se acerca a hablarme de forma espiritual, una conversación como de media hora en la esquina de una calle que cambio mi estado y renovó mi espíritu.
Me despido del joven y volteo a saludar, pues ahi, me di cuenta de lo que interiormente sentía en la conversación, se había desvanecido en la nada a un par de metros de mi.
Vi al mismo ángel varios años después, misma ropa, mismo aspecto pasar por la puerta
de mi casa y voltear su cabeza hacia mi para decirme: --"Esta todo bien".
Antes de llegar a la esquina a 5 metros de distancia se desvanece, desaparece.
Una noche muy tarde veo una luz reflejada en un vidrio de una ventana que llamo tanto mi atención que me levante de mi cama y fui a ver que ocurría.
Nada, silencio completo, todos dormían hasta el perro.
Un tenue ruido proveniente de la habitación de mi hijo mayor me hace dirigirme ahí
había entrado en gran estado febril habiéndose envuelto con sus mantas había vomitado
enredado en ellas y con su cabeza hacia arriba dormido estaba ahogándose con su vomito.
Si esa luz no hubiera intervenido mi hijo hubiera muerto ahogado.
Años después otra noche terible con un gran problema personal me encontraba cenando algo rápido en la barra de un bar, eran casi las 9 de la noche, entra una joven, con un aspecto muy androgino y alta de extraño hablar y vestir, cercana a los 30 años. Se sienta a mi lado pide un capuchino y me habla de la selección de fútbol de Japón, de los delfines, las ballenas, la conducta de los mandriles, termina su capuchino y se va, sin embargo durante los 15 minutos de su conversación algo ocurrió que hizo que yo no desesperara con mi situación personal y me encaminara hacia su resolución.
Desapareció a los dos metros de la puerta de salida, se desvaneció literalmente en el aire.
Desde el momento que había entrado supe que se trataba de una manifestación angélica.
Seis meses después en otro lugar un sábado por la noche veo la misma mujer parada mirándome
en la acera de enfrente de la calle, me hace un gesto suave con su cabeza y desaparece.
A la mañana siguiente mi madre que estaba internada en el hospital fallece.
Mucho he podido sacar luego en mi conversación con el Santo Ángel Guardián a un nivel iniciatico,
pero una de las cosas que siempre me repite con suavidad en momentos difíciles es:
--"Tranquilo"
He aprendido a seguir sus consejos y ademas no busco explicaciones para todos estos fenómenos
confió en mi intuición y me entrego a vivir la magia.
Mi SAG, esta ahí en cada evocación y en cada cambio progresivo en este camino hacia el infinito.
Alex
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