Según Marcelo era la típica trampa que los inorgánicos tienden a los ensoñadores.
Pero mi objeción esta en que soy acechador y no buen ensoñador.
No llegamos a una conclusión.
Todo esto era lo suficientemente raro como para hacer una película de misterio
de esas donde todo queda en suspenso.
De aquí en mas confiaría en mi intuición.
Realice algunas evocaciones.
Mas estas ultimas solo me permitieron entrar a otro estado
mas que lograr un contacto en si.
Siempre fue mi tesis de que las evocaciones son mas la forma de los acechadores de cruzar a otro umbral. Una forma potente de mover el punto de encaje a una posición particular
relacionada con el mundo de los inorgánicos.
Medite, hasta que un nombre vino a mi mente:
Vassago
Caí en la cuenta de su poder para revelar secretos de las mujeres y que la operación, incluía una mujer y las energías femeninas inorgánicas.
Aproveche que un amigo me trajo de la provincia de Catamarca, una buena porción de san pedro,
que prepare de forma canónica agregandole miel.
San pedro mediante me lance a llamar a Vassago al estilo chamanico
a puro intento y con ritmo de tambor ceremonial.
Grande fue mi sorpresa cuando comencé a ver como chispazos eléctricos tenues en una esquina de mi patio, rodeados por una cierta nebulosidad fosforescente verde-amarillenta.
Concentrándome en mi visión sobreimpuse su sigilo sobre sobre lo que veía.
Y en un intento concentrado repetía su nombre invocando el poder de Amaimon
y bajo la consagración de Adonay.
Fui cerrando mis ojos con sopor y visiones, sabiéndome entrando en terreno peligroso y sin temor
hasta que un perfume extraño de lluvia invadió mi percepción.
Vassago se presento como formado de puntos luminosos y claroscuros.
Así, comencé a verme volando sobre una franja de Buenos Aires
reconociendo el Rio de la Plata al fondo, el estadio de Boca a mi derecha
y fui descendiendo hasta ver un parque con barranca en pendiente,
viendo una formación de estatuas al estilo griego.
Era el Parque Lezama ! en San Telmo.
La visión era tan clara que parecía estar realmente ahí
Una voz clara entre masculina y femenina susurraba con firmeza:
"---Mañana, ahi ! -- luego del mediodia".
Alex
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