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viernes, 16 de septiembre de 2011

ATRAVESAR EL BARDO



A determinados niveles la conciencia se expande, mas cada expansión de la conciencia se enfrenta a lo desconocido, bordea o traspasa una zona caótica, inconsciente.
Atravesar esta zona, es atravesar el Bardo.

Bardo es una palabra de origen tibetano que expresa o describe un momento transitorio entre el final de una situación y el comienzo de otra. Esto se puede agudizar si la transición es muy drástica, fuerte y traumatica.

Atravesar el Bardo para quienes ya estamos transitando el camino exige desapego, estar libre de identificaciones y tener contacto con el nivel emotivo superior y no inferior.
El Bardo debe atravesarse como quien atraviesa los infiernos pero sin quedar atrapado en ellos.
La conciencia ha de ser una burbuja donde la atención quede fijada a la voluntad y no al espejismo caótico y desestabilizante para lo anímico y psíquico.
La voluntad ha de ser filosa para cortar la ilusión envolvente como quien corta la niebla y atravesarla hasta la reorganización o inicio de lo nuevo.

El ser guerrero inevitablemente lleva a atravesar varias veces estos Bardos, es parte de los procesos iniciaticos. Es mas, se podría decir que los guerreros son mas proclives a enfrentar Bardos que la vida normal y cotidiana.

Esto se debe al desafió constante y a un proceso de integración de los aspectos desconocidos, ergo inconscientes que conforman diversas reconstituciones, absorciones e integraciones del centro emocional inferior.

En tanto a la vida cotidiana atravesar el Bardo puede significar atravesar dolorosos duelos, adicciones, enfermedad, desarraigos, adversidad...que conducen a una perdida de si mismo. Donde nada es seguro y no se encuentra una piedra segura donde apoyarse. De ahí que conectarnos con lo superior y templar la voluntad es nuestro único camino. Quizá sea necesario un guía, un acompañante terapéutico si la situación lo permite.
Pero es solo fortaleciendo el lazo con el centro emocional superior y centrándose en el núcleo
donde el Ser es como el eje de la rueda o el ojo del huracán como podrá atravesar este estado limite.

Para no quedar atrapados en el Bardo debemos dejar ir, soltar lo que fue y reconstituirnos.
Esto implica una gran sinceridad interior, una re-comprensión, y un encontrar nuestro núcleo.
Si se ha desarrollado interiormente un fuerte centro magnético de trabajo, las experiencias de
atravesar el Bardo serán iluminadoras, esclarecedoras e iniciaticas.

Alex



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