El saber redentor

 

Egipto faraónico mantiene el culto Osiriano -el de la renovación y reencarnación- para el pueblo, pero enseña, para la élite del templo, el principio Horiano, el Horus Redentor. En el sentido místico, la élite está constituida precisamente por aquellos cuyo esfuerzo tiende a liberar las encarnaciones, es decir, hacia un final evolutivo en el cuerpo. El verbo divino es desde el Origen. Como afirma de forma precisa el evangelista de San Juan. Haciéndose carne Él manifiesta el universo, el hombre cósmico (el Purusha de los Upanishads). Él es el origen de las cosas y lleva en sí mismo la redención ya que la causa separadora, divisora, lleva necesariamente también en ella el principio reunificante.

Schwaller de Lubicz