Ante cada acción uno debe preguntarse si de tal acción uno no se arrepentirá de tomarla. Mas que el hecho de errar, lo que se debe considerar es el hecho de no seguir errando. Porque no es el error en si el problema, sino el hecho de comenzar una generación de errores y que estos se multipliquen al punto de disgregarnos.
Y como contracara al hecho de errar, podemos hablar de abismarnos a nuestra totalidad. Al hacerlo, encontraremos ahí tanto lo sublime como el propio averno. En definitiva, es venciendo a través de la clarificación a nuestros demonios internos como nos vamos volviendo cocientes de los externos. Para realizar la metanoia hay que realizar un camino heroico que no esta despojado de dolor y de riesgos. Cada cosa que iluminamos arremeterá con su contra-parte y de luz, nos encontraremos de golpe en sombras. Es ahí donde esta la verdadera lucha. Cuando sentimos que la gracia nos "deja". Pero no es que nos ha dejado, sino que nos permite la oportunidad del embate de su opuesto para encontrar el equilibrio.
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