Me preguntaron varias veces si la conciencia advaita era lo mismo que la iluminación de la santidad. Hay quien dice que "quien sabe no habla y quien habla no sabe". Yo te digo que en los últimos tiempos los secretos se dan a luz, aunque algún cartel el la calle diga: "tapate la boca", (que me juega como psicología inversa). No son las mismas conciencias. El advaita es lo que Castaneda describe como conciencia acrecentada y que añadía que no servia para la vida común. Es nuestra propia conciencia acrecentada, abarcativa. Mientras que la iluminación de las iglesias occidentales u orientales, expresa la conciencia que esta mas allá de los mundos de manifestación, Es Luz increada que desciende por la gracia en un proceso de deificación. La resultante de esto es que el advaita no hace milagros, mientras que dios en sus santos, si los hace. Eso es lo que marca una contundente diferencia. Generalmente negada por argumentos al estilo new age, muy fáciles de rebatir. No es que el advaita no pueda contactar con el Yo Soy, sino que no busca que el Espíritu Santo obre el el, en tal descenso hay una transformación hasta incluso celular, como se ve en muchos cuerpos incorruptos de los santos.
Hay una diferencia muy grande entre un koan zen, y la postura advaita. El zen comprende la certeza detrás de las cosas, pero nunca propone que el observador y lo observado son uno, como lo propone el advaita. La realidad esta hecha de algo ajeno a nosotros, lo único que nosotros podemos ante eso es elegir opciones y tener diferentes interpretaciones y el satori zen, nos muestra claramente esto, el hecho de que ocurre lo único posible, y que nuestras elecciones al fin nos condujeron al satori, provocando nuestra risa. Mientras que el advaita no solo no ríe de su "comprensión", sino que erradamente cree que es su ser el creador de toda la realidad, por lo cual, dudo mucho de una postura monista tan rayana en el narcisismo.
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