La crónica del viaje, no es el viaje, solo descripción de paradigmas, uno con parches en la boca y gorras vociferantes con micrófono, emotividades y cotillón. Pero en otro las velas de la nave de Cyrano se izan, proa a la estrella gala. De láctea vía carga su agua en bella noche. Cajita corral acuna gallina que empolla por meses las aguas hasta sentirlas oliva, y mientras encima el brillo es dorado, bajo globo la nieve se hunde brillante en el mar. Madre barca calienta su huevo, la nieve es tinta, de tinta bordeau. Oscura y fresca la casa del vino, hasta que Hermes pastor agrega agua y madre cuece un rojo pichón.
Una estrella nos aporta para realizar una impregnación de su vibración en agua expuesta a su luz por telescopio captando esa esencia lumínica vibratoria en remedio, aunque tal estrella quizá haya dejado de existir. Si el Æter, o Mar de los Sabios ocupa todo el universo sea en nuestra atmósfera, sea en el espacio, refiero entonces dos cosas que atañen al paradigma mágico y alquímico. En tal sentido solo hay grados de diferenciación entre el Nun Primordial, las Aguas del Génesis, y el Anima Mundi o Luz Astral, que algunos adoran como Bafomete, por quitar lo técnico al tarot marselles y arquetipizarlo. Ese es un buen punto para separar magia y alquimia real, de adoradores de arquetipos y generadores de cultos. De hecho en verdadera magia y alquimia se maneja y manipula el Æter como la luz astral. En la falsa se crean egregores y se los enlaza a entidades. Mas allá el simbolismo debe ser aplicado correctamente a estas fuerzas y a su momentum.
En tal punto, el Æter primordial, omnipresente y que todo lo penetra, debe comprenderse como el noúmeno platónico del éter inferior que manifiesta y cristaliza bajo influencia saturnal. Este ultimo es el que se busca condensar y adquiere forma cristalina y de sal devenida del Spiritus Mundi. Estamos hablando obviamente de los mismos principios que en la India se denomina Akash. Sus formas de cristalización devienen de lineas de tensión etéricas, de fuerzas planetarias y los seres sutiles de nivel invisible al ojo actual que colaboran en la formación.
La magia es una forma de usar el intento en el éter como vehículo de manifestación plástico. La alquimia es la condensación física de tal sal celeste. El intento se coagula en las diferentes cristalizaciones de la sustancia que da vida y principio a la materialización. Cada cambio es una transmutación en la misma sustancia donde actúan diferentes principios o fuerzas. Pero la cristalización es base de tal proceso. Algunas cuestiones quedan en secreto, procesos técnicos, pero todo conduce al macho y la hembra, al yin y yang, de cuya unión, bajo determinadas condiciones, mas el intento suave del operador sumado al calor de un nido para el matraz o botella, pueda dar nacimiento al andrógino, que es el hijo y la sustancia única con la que se culmina la obra.
Alex