Hubo un tiempo en que era inocente y me tildaban e hijo e su madre
y ahora que ya no tengo ni madre,
se muerden la lengua.
Paradojas de la vida,
que hacen que la inocencia no valga
pero que la conserves escondida.
Hubo una vez en que las arañas me danzaban alegres
para después picarme.
Hoy con mucha ternura las aparto suavemente con la mano
y después las aplasto.
Así transcurren los días,
no saco liebres de la galera,
mas bien embucho el poder y lo uso pa lo que de.
Oigo aun el latido de corazones en el vientre del suspiro,
mas no me importan ni madre,
ni suspiros,
ni corazones estrujados.
Para lo que sea habré de ir taimado
no sirven otras maneras
y a quien se cruce por la vereda,
me ahorro bien del saludo.
Se lucha solo por la victoria,
sea eso lo que fuera.
Alex.
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