Dios
manifestado Adam Kadmon, toma por esposa a Eva, la esencia natural que del el
emana. Así el principio Padre tiene su Eva en Providencia. El principio Hijo su
Eva en Voluntad y el principio Espíritu Santo tiene su Eva en Destino.
El
matrimonio de Adam Kadmon y de Eva Celeste, engendran la sustancia universal,
(Adamah), la cual esta animada por un anima, y esta anima es la Serpiente del Génesis,
la cual se manifiesta como el principio de la multiplicación y división
generacional.
Ahí tenemos
la multiplicidad generadora.
En el Génesis,
(Bereshit), los Elohim, son los agentes del Verbo o Adam Kadmon.
Satán, (el
Adversario), no es ni más ni menos que uno de los Beni Elohim.
Nahash, es
aquello que denominan la serpiente del Génesis.
Entonces
tenemos al Baphomet.
O sea, la
luz astral, un ánima de las sustancias.
Y por manifestación
el Ouroboros, la serpiente de la vida inferior, que une sus extremidades en un
circulo, cerrando un circuito, creando una prisión donde las generaciones giran,
y que son como las aguas de un río que circulan sobre si mismo de modo
infinito, y que es un océano que envuelve el mundo material.
Este
ouroboros representado por el cero muy antiguamente “0” o más posteriormente en forma
de serpiente como una “S”.
El hombre
es un dios caído que recuerda los cielos, la imagen microcósmica del Adam
Kadmon. Caída escondida bajo los mitos de Adán, Pandora o Prometeo.
La
restitución se da en el iniciado cuando la serpiente “S” es atravesada por una
flecha, vence las pasiones sobre si mismo, como en el sello de Cagliostro.
Alex.
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