La Vida Divina

Cada persona es como las células de las hojas concientes, de un árbol conciente, o bien como cada hoja conciente, de un frondoso árbol, que a su vez, por su tallo se unen a otro tallo y a otro, que las une al árbol conciente, y el árbol, unido por la raíz conciente, a la tierra conciente y nutricia, y tallo conciente, a su vez unido a la copa que toma la luz conciente del sol que es conciente, y del entramado de filamentos concientes entre el sol y la tierra, y el sistema de entramado conciente que nos une a la galaxia conciente y a su centro conciente, navegando en un eter conciente, entre infinitas galaxias concientes que a su vez son células y átomos de un ser mayor conciente ad infinitum. Mas aun con dimensionalidades de profundización concientes, como arboles concientes, como arboles de la vida que crecen en tierras densas y sutiles con sus extremos mas cristalizados y su copa mas sutil.
Esta es la metáfora del ser humano y la divinidad que es Dios y su infinita manifestación conciente, que en sumun comprende si una individualidad compuesta de individualidades.
A su vez la vida divina es también una sabia luminosa que corre por dentro de todo.

Alex.