El sentido de la vida se explica por la vida misma, por el hecho de estar vivo y poder alcanzar a fluir.
Si no se fluye es porque nos resistimos a la vida tal como es, y esto es por codicia y miedo.
Lloramos cuando alguien nos traiciona o nos abandona.
No lloramos cuando traicionamos o abandonamos.
Intelecto, emotividad e instintos son nuestras trampas.
Los intelectuales tienen tanto miedo de sufrir que desean comprender todo, todo lo juzgan y catalogan.
Los emotivos necesitan su satisfacción emocional para ser felices, meditan y ven ángeles de luz que les regalan cosas. Su codicia les hace caer en la estúpida trampa de confundir daimons en el atral con seres de "luz", aceptan regalos, anillos, cuarzos, cosas de los seres de "luz" que son imagos para entramparlos, son inversores emocionales, te quieren porque creen que los quieres, te odian porque no les agradas, juzgan.
De los instintivos, bueno, satisfacen sus instintos.
Quien ha crecido domina en gran parte sus instintos, su emotividad y su intelecto.
Ha alcanzado un cuarto grado, lo ha alcanzado por trabajar sobre si mismo, pero principalmente porque busca la Verdad y no se miente a si mismo.
Alex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario