El sol responde a la Humanidad.
Desde el 2001 el Sol ha comenzado un periodo de actividad atípica.
La venida de Cristo había abierto una puerta a la unidad
al corazón del Sol, en el corazón humano.
Pero los actos de una humanidad sin amor
repercuten hasta en el mismo Sol.
Y como es arriba, también es abajo,
la actividad egoísta de la humanidad genera
una devolución, hasta que en su momento el Verbo
la equilibre, pero no puede ser equilibrada sin justicia.
El egoísmo, el individualismo, la falta de solidaridad
y su violencia expresa son los signos de Sorat, el demonio del Sol.
Sorath, es el demonio del Sol, cuyo numero cabalístico es 666,
se corresponde en el Árbol de las Sombras, con el anverso de Tiphereth,
que es Thagirion. Sorath, es el que lucha con Mikael,
y es quien se corresponde con la Bestia, el Anticristo
(lo lamento por los Thelemitas pero la Bestia 666, no es Crowley)
sino que seria una encarnación de Sorath, o de su corriente anticristica,
tanto el Cristo como el Anticristo, tienen como símbolo al León solar

Lo cual, se expresa desde el cuadrado mágico del Sol que da la inteligencia Solar,
el Genio, y el demonio.
el Genio, y el demonio.
Ejemplo:

Nakiel, Inteligencia del Sol

Michael, iAngel Solar
Cristo siempre fue el representante del sol,
es decir, la inteligencia del sol.
Sorat es, entonces, el adversario de Cristo Jesús.
El signo de Sorat se ve así:

Es hora de buscar en nuestros corazones nuestros errores.
Restablecer la armónica conciencia e inteligencia.La conciencia de Cristo en nuestro corazón.
Se que no esta de moda creer en demonios y otras yerbas
lo cual, no quita en nada, nuestra esclavitud ante estas entidades.
Como decía en otro escrito anterior: en una época donde aprieta
buscando donde encarnar Sorath,
y donde la gente esta cada ves mas sujeta a sus espejitos de colores,
solo los verdaderos magos y brujos contrarrestan sobre si esa influencia
y no se vuelven esclavos de la hipnosis reinante.
Con esto no digo que haya que cambiar al mundo, ni nada por el estilo
sino solo que quien quiera oir que oiga y quien quiera ver, que vea,
entonces con voluntad se puede despertar de ese sueño hipnótico
y ejercer el propio poder personal sobre si mismo y las entidades, en lugar de ser
esclavos de unas entidades en las cuales ni creen,
pero que si creen en el sistema de creencias que ellas nos implantan
y que nosotros adoptamos ciegamente como la verdad.
La verdad solo habita en el silencio interior.
Alex
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