La cuestión de Dios se vuelve absurda en creyentes y no-creyentes.
Pero ese absurdo es el estado de conciencia de esos creyentes o no-creyentes.
Por lo tanto Dios escapa de las conciencias dormidas.
Algo que no tiene ni forma ni comprensión, no es parte del inventario de la mente,
y mucho menos de una mente inconsciente.
El problema siempre es el ser humano y no Dios.
Todo intento de comprensión desde Maya dará como resultado Maya.
Alex.
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