No se trata de hablar tanto de espiritualidad hasta ocasionar nauseas.
Sino de ver en profundidad y vencer miedos y condicionamientos, hasta poder librarnos del lastre que llevamos. Pero la libertad asusta por eso nos apegamos a tantos modelos que terminan atrapándonos a tal punto que ya no encontramos mas al niño rebelde y libre que puede abrirnos la puerta al ser.
Bendito quien aun tenga a ese indómito geniecillo.
Alex.
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