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viernes, 5 de abril de 2013

RENACER


RENACER:

voluntad consciente se templa cultivando tu voluntad.
Cuando tu voluntad se va volviendo fuerte se vuelve realizadora.
Tu voluntad profunda proviene del Ser o Yo superior, como un rayo que llega a tu alma, de ahí a tu esencia y de tu esencia al yo.
La aspiración a elevarte y el rayo descendente realizan la transformación interior.
Aspirar a tu naturaleza superior es buscar contacto con ese yo superior.

En la cabala esta por ejemplo en rayo descendente relampagueante que se gráfica así en el Árbol de la Vida:


Lo que esta en naranja es ese rayo relampagueante.

También se puede trabajar desde el pilar del medio como en este gráfico:



De entre idas y vueltas de nuestra cotidiana existencia asimos solo aquello que alimenta algo en nosotros y ese alimento es aquello que somos.
Claro que el alimento vital nos constituye, pero no hablo de aquello que comemos literalmente, sino de aquello de lo que hemos tomado o asido psíquicamente.
Así, estamos apegados a un tipo de alimento psíquico, mental.

Sin embargo podemos fluir, seguir adelante alimentándonos de influencias superiores y con lo de superiores no me refiero a intelectuales, sino a aquello que nos traiga nuestro
SAG, aquello que logre crear sobre nuestro augoeides una constitución permanente.

Entre nuestra aspiración a lo superior y el descenso de lo superior tenemos este diagrama de suma importancia:


Cuyo centro constituye nuestro ser permanente esencial, aquel que va mas allá de la muerte, aquel que nacería si reencarnamos.
En ese núcleo esta el corazón, y en ese corazón nuestro "Punto-En-El-Corazón" como lo llaman los cabalistas, el punto intimo en el corazón, el núcleo de nuestra esencia, nuestra verdadera alma psíquica, nuestra verdadera mente.

Ahí se encuentra nuestra conexión con lo divino, y despertando esa relación con lo divino se da ese proceso entre el triangulo ascendente y el triangulo descendente que generara nuestro nacimiento al espíritu, o re-nacimiento, o nacer dos veces de nuestra alma, del mismo modo que El-Punto-En-El-Corazón, fue el átomo primero y superior en el momento de nuestra concepción en el cual se dio la primer célula que dio inicio a la mitosis que conformo primero nuestro corazón al ser generados por nuestros padres.

Ese átomo, ese Punto luego, puede ser el centro del inicio de nuestro re-nacimiento, en el concepto cristico del proceso de reintegrarnos a una naturaleza superior a la del mero animal pensante que somos y al cual debemos trascender para lograr plena vida en el mundo superior.

Así, nuestro alimento ha de venir de lo alto, y nuestro alimento de energía en el mundo, ha de constituir nuestra aspiración. Ambos triángulos constituyen el todo de un campo de energía nucleado en ese átomo central, que dentro de nuestro augoeides incubara al nuevo humano, al que nace de si mismo al mundo superior.


Es por ello que así se ve y se describe el chakra cardíaco en la visión tantrica del yoga por ejemplo, que no se diferencia de la visión esotérica occidental, los dos triángulos entrelazados.

De mas esta decir que aquí esta la palabra que fluye como una corriente de agua.

Todo comienza cuando la voz interna se manifiesta en tu conciencia, de ahí en mas sigues a través de tu contacto.

Alex


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