MINIMALISMO MÁGICO:

Cuando lo establecido se llena de porquerías viejas e insoportables y anquilosadas, aunque se denominen libros de la ley, surge siempre cierta contracorriente mas minimalista con cierto nihilismo y anarquismo que se le contrapone. Si la voz del que detenta viejos laureles se levanta como un megáfono a adoctrinar a las generaciones de servidores de un viejo dios egipcio, la vos de Magophone se levanta y con su letra minimalista recuerda la vieja y clara senda de los sigilos, los djins y la metafísica interna de la Tabla de Esmeralda en funcionamiento.
La nueva Ley es la mas vieja Ley, y la poesía es mejor que golpear la puerta de otros desesperadamente para esculpirlos.
Pues no puedes dejar mal a quien a través de cierto nihilismo y minimalismo se burla de tus barrocas y pesadas leyes y cuando mas quieres destrozarlo, mas lo conviertes en héroe de su causa, y cuanto mas le pegas, mas le das a quien comienza con lo que dejara a las nuevas generaciones, pues se secado tu viejo tronco de retorcida raíz, en la orinada de quienes volviendo a la fuente se despojan de la carga de interpretes plomizos y galvanizados de el espíritu de la pesadez.
La voz de Magophone, dice: ¡al diablo con tanta premisa y discurso!
!Volvamos a la fuente!... Que nuestro ruido sea claro y contundente como el compás de un Kultrun, llamando a los genios del aire, de la tierra y batiendo contra las estructuras impuestas por los impostores de la palabra.
Que los sigilos generen una danza que rompa en dos la lengua del significado filosófico y genere el fuego sobre nuestras cabezas como un pentecostes mágico de efecto, una danza con el fuego de lo Alto y los seres del numen arcaico y primordial.
Golpe tras golpe crea su ritmo minimalista danzando sobre la lengua de quien va cayendo por su propia estructura.
Ritmo que destroza la estructura para volverse tañido que resuena en la justa octava acorde, resonando en la justa resonancia.
Matemática de la intuición demoledora.

Alex