A pesar de ser alguien de lucha,
he aprendido a ser feliz,
y de vez en cuando
el toque del infinito me trae un dejo de nostalgia
de esa tan intima que golpea la puerta de la pureza
y hace que el hombre y el niño que llevo dentro
se estremezcan cuando una tierna voz femenina
que se cuela en un extraño bucle del tiempo
sacude el espíritu y
traen a mi conciencia esta canción:
Que estas haciendo en la rama,
gimiendo tu pio-pio
temblando y abandonado
mi pajarito del frío
¿No ves que ya es el invierno?
¿Y el árbol en que te asientas,
sus ultimas hojas pierde
cobrizas y amarillentas.....?
Pronto el buen tiempo vendrà!
ya volaras otra vez.....!
Te harán un nido, mis manos
para soltarte después.
Llovizna sobre llovizna,
y heladas son demasiado !
Descansa sobre mi pecho,
mi pajarito asustado.....
La voz femenina llega hacia atrás en el tiempo, a la herida ancestral
y a la dulce melancolía del adulto
que siente como el infinito se concentra en el instante
volviéndolo eterno,
pero sabiéndolo desaparecer en el torrente donde todo se diluye
donde todo se pierde.
Todo instante se desvanece irremediablemente.
Pero, eso bien lo sabe un guerrero, crudamente eso bien lo sabe.
Alex
No hay comentarios:
Publicar un comentario