Resulta que hubo un simple ángel, un ángel de misericordia con los humanos, donde quiera que alguien sufriera, allí estaba el buscando el modo de aliviar a quien padece movilizando con su tierna compasión vuelta acción, demás seres celestiales.
Así fue por largo tiempo humano.
Un viejo sufí, lo encontró una ves en una taberna, una de esas, que era el como de la perdición, convertido en demonio.
Ohh noble criatura --dijo el viejo-- que lo había conocido en su momento de esplendor ---Dime, ¿Que te ha hecho caer de tal modo?
El ángel caído tocado por el viejo le respondió:
--Ohh tu noble anciano, crees haber encontrado una verdad a través de tu búsqueda y has llegado a al hermoso equilibrio de la sabiduría.
--Mas tu anciano, no has visto la verdad, tu solo has encontrado tu eje.
Mas el encuentro de tu centro, no posee la virtud de liberar a tus hermanos,
sumido tu noble anciano, en la ilusión eterna del bien, has perdido perspectiva.
Yo soy un ángel maduro, mas el dios de tu libertad es solo un niño.
Ante eso noble anciano, he buscado mi lugar entre los caídos.
Alex
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