La mirada y su posición, son un camino hacia el cuerpo de energía.
Fijar la mirada, es recordar el intento sin pensamientos.
Cada intento es una determinada intensidad de la mirada.
La concentración de la mirada en silencio y sus variaciones de intensidad, son un determinado flujo de poder.
La mirada posee la doble propiedad de ser emanante y receptiva.
Los dos aspectos del Anima Mundi actúan por ella.
Es común decir que la serpiente hipnotiza a un ratón, que lo paraliza.
Bien, ese es el intento de la serpiente.
Como tal, fue corona en el antiguo Egipto, y simbolo de ese poder, situandose una cobra a la altura de la frente.
El poder de la serpiente conquistado.
Las tecnicas receptivas por el contrario obedecen al juego perceptivo.
Posar la mirada sobre objetos brillantes, son el estimulo apropiado para lograr una fijeza
como punto de entrada a otros estados de conciencia.
Mirar por ejemplo el contorno de la copa de los arboles agitándose en el viento, es parte de un no-hacer que rompe con la acostumbrada rutina de ver a la copa del árbol de lleno.
Ejercicio rítmico por el compás del viento, que no solo descondiciona la percepción, sino que también su cadencia hipnótica nos permite acumular silencio interior mientras contemplamos bien despiertos el borde en movimiento de la copa del árbol.
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La mirada como deciamos es un punto desde el cual evocamos o convocamos al intento.
Recuerdo una noche tarde mientras esperaba sentado el colectivo (bus) en el barrio de Liniers en Buenos Ares para viajar a mi casa. Dos ladrones viejos se colocan uno a mi izquierda otro a mi derecha. No dicen nada, ni una palabra, esperaban que yo abriera la boca.
Me mantuve en silencio, mi mirada entro en abstracción, se sintió por el cuerpo el movimiento de la fuerza del intento primero en la zona de la frente luego al pecho, hacia ambos lados, en los puntos donde nacen los meridianos de pulmón y corazón. Y se concentra en la zona umbilical, como si esta fuera una suerte de lente que lo exterioriza.
Cada vez que alguno de los cacos hacia un pequeño movimiento, mi cuerpo hacia un espejo de su movimiento.
El intento detenía toda acción peligrosa de parte de ellos, al final, llego mi colectivo, me paro y subo.
El intento detuvo el robo sin pelea física.
Muchas veces he ejercido esta acción por la calle en situaciones difíciles.
La mirada parece volverse de extrema frialdad y con una gran indiferencia, se entra al punto donde no hay compasión.
No hay descarga de adrenalina que se sienta, ni temor, ni estrés.
Claro que si no somos buenos silenciosos ahorradores de energía fluctuaremos, a veces lo lograremos, a veces sucumbiremos al estrés de la situación.
He practicado el detener a las personas con intento.
Funciona exactamente igual a lo que describí anteriormente.
La mirada, el pecho y la zona abdominal se alinean energeticamente y sostienen la emanación del intento.
Algunas veces debí darle alguna reanimación energética a la persona, porque quedan en total confusion.
Cualquier persona con algo de entrenamiento puede hacer esto, de hecho lo vi hacerlo
en varias oportunidades a un par de brujas y a tres practicantes de reiki.
Con un poco mas de practica, se puede convertir esto en una suerte de arte marcial interior.
De hecho, magos y chamanes lo hacen desde épocas inmemoriales.
Añadiendo a este arsenal la creación de formas de pensamiento, escudos, servidores y formas de revertir fuerza externa recibida o bien transmutarla.
Esto es lo mínimo indispensable, ya que la cosa se va volviendo mas amplia y se descubre todo un arte.
Voy dando explicaciones a raiz del compañero que pregunto el otro dia sobre como bloquear a un oponente que lo "visualiza"
Claro que estamos hablando aquí de cosas bastante básicas y elementales para aquellos que ya saben.
El modelo de la cobra emanado por la frente, es un buen talismán de protección.
A veces, podemos recibir ataques en el astral que toman forma como por ejemplo de serpiente. Incluso a veces se materializan.
La ciencia y arte de este kung-fu de intento, es algo que todo practicante de magia debe tener muy presente.
Alex
entonces, los ciegos no tienen intención ?
ResponderEliminarPor que no habrían de tenerla?
ResponderEliminarAunque no vean, veras que sus pupilas se mueven acorde a la intención.