San Miguel Arcángel,
se nuestro amparo
contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
¡Reprímele Dios!
pedimos suplicantes.
pedimos suplicantes.
Y tú,
¡Oh Príncipe de la Milicia Celestial!,
arroja al infierno,
con el divino poder,
a satanás
y a todos los espíritus
malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
¡Oh Príncipe de la Milicia Celestial!,
arroja al infierno,
con el divino poder,
a satanás
y a todos los espíritus
malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Glorioso San Miguel Arcángel,
protégenos.
protégenos.